ARCON ARTISTICO DE LA CHAPETONA
El Capitán Francisco Pérez
de Lezcano, arribo al Perú con su carga, dentro de un sólido, cofre de madera, de los llamados por entonces
cofres transportables que, a manera de
arcas rectangulares, iban claveteadas y cubiertos
de piel. Conviene, por su preciada valía, agregar algunas acotaciones sobre tan
importante mueble histórico y religioso;
tales cofres transportables, tan indispensables en la Edad Media, eran
trabajados por expertos, a quienes se les conocía como Huacheros; y en buenas
madreas duras, secas y nuevas, bien juntas y enclavijadas con buen alambre.
Además, dotadas de
charnelas o de bisagras de hierro fuerte, forjadas.
La madera usada por los
Huacheros de Sevilla, generalmente era
de Encina, de la que ellos nombraban “La Carrasca de Albarracín”; por compacta,
dura, pesada, de color más oscura que el roble, desprovista de marcas de los
vasos grandes y radios medulares anchos, desiguales, numerosos.
Todo el forrado, con buena
costura a dos cebos. Cabe destacar la particularidad que presenta el “arca transportable” que
tarjera el Capitán Francisco Pérez de Lezcano, a mediados del Siglo XVI, con el
aporte que recibió dos siglos más tarde, a la manufactura del Medioevo, con las
técnicas antes descritas, el Arca, es ricamente ornamentada e historiada, con
la mayor habilidad “renacentista” en que todo su interior, está adornado con
bellas pinturas sobre madera, que evocan los milagros de la Guadalupana en
tierras de América, los Santos Agustinos.
CEGUCO