sábado, 12 de abril de 2025

RESEÑA HISTORICA DEL PUENTE TIMOTEO PLAZA

 

RESEÑA HISTORICA DEL PUENTE TIMOTEO PLAZA

 

El antiquísimo Puente Timoteo Plaza, que cruza la legendaria acequia Fur, es el más venerable de los puentes guadalupanos, que a su tradición histórica une una rica construcción, considerándosele una de las más sólidas estructuras que ha dejado la arquitectura republicana del siglo XIX dc.

Seis puentes cruzan la acequia por diferentes puntos de la ciudad; pero en antaño, y durante más de un siglo, el puente Timoteo Plaza o Puente La Bóveda como se le conoce actualmente fue el principal nexo, si no fue el primero.

Poco interés tuvieron en realidad los españoles por pasar al otro lado de la acequia en los primeros años de la restauración de Guadalupe (1619); debió transcurrir más de dos años para que se colocara el primer puente hecho con palos, caña y rellenadas de tierra. En realidad no resultaba muy estimulante el sector del otro lado del Fur, a pesar que estaba compuesta por una bella alameda, que atraía mucho al visitante por que en ambos costados del camino, estaba compuestos por laureles rojos y en medio laureles blancos formando de esta manera la bandera peruana y que se cree fue construida en 1827 por idea del General José María Plaza, como homenaje de aniversario de la Independencia del Perú, disponiéndose que abarcaría desde donde se encontraba la casa hacienda El Cafetal, que fuera propiedad del Coronel Sampedrano José Bernardo Goyburú Estévez, hasta el puente Timoteo Plaza , en donde se encontraba dividiendo a ambos sectores  un antiguo tamarindo que se dice era allí en donde los jóvenes iban a citarse con sus enamoradas, o a alimentarse del fruto de este histórico árbol a quien se le ha dedicado un sin número de poesías en tiempos de antaño, y en donde se dice existieron las firmas de ilustres personajes del Perú con el nombre de sus amadas; dicho tamarindo también sirvió como tienda de campaña en las fiestas julias de antaño.

La Alameda, a la que más de medio siglo después la denominarían TACNA y ARICA, llamada así en honor a los guadalupanos caídos en la guerra con Chile, era la ruta del sur que comunicaba las ciudades de Guadalupe y Trujillo.

Casi dos siglos y medio permaneció el viejo puente de palos, caña y tierra en la entrada principal de Guadalupe, al cual reemplazo un puente de madera en 1867, obra que se hizo con el dinero e iniciativas del entonces gobernador de Guadalupe, Don Timoteo Plaza. Nunca fue el otro lado del Fur residencia de gente adinerada ni de figuración. Desde que se terminó el puente que mandara a construir Don Timoteo Plaza, se comenzaron a levantar casas – huertas que eran conocidas como el barrio de la TINA, habitadas por familia de clase media, contándose entre unas de ellas, la casa del famoso poeta y periodista Don Pablo Edmundo Céspedes.

En marzo de 1881 pasan por este puente más de 500 soldados Chilenos con intenciones de incendiar la Villa. Veinte años después el puente se encontraría en mal estado, causa que había dejado la sangrienta guerra, por lo que en 1887 don Lorenzo Castañeda, prestigioso agricultor guadalupano, dono al consejo municipal 176.56 soles plata como derogación voluntaria para ayuda de la compostura del puente Timoteo Plaza; obra que hizo realizar inmediatamente el entonces alcalde de Guadalupe, José E. Noriega.

La iniciativa de la recia construcción que actualmente muestra el puente Timoteo Plaza, se debe gracias a la proposición que le hiciera el administrador de la Hacienda Lurifico, Don Santiago Ponce, al entonces alcalde de Guadalupe, Juan Malca; el 9 de noviembre de 1885; cuando el hábil administrador al ser multado con una cantidad de 100 soles por el inspector de aguas Don Aurelio Flores; a causa de una infracción del reglamento de aguas. Inmediatamente ese mismo día S. Ponce propone al alcalde Juan Malca que pagaría la deuda con la construcción de un puente hecho a base de piedras y calicanto. El día 11 de noviembre, en plena junta de la almoneda la propuesta de S. Ponce fue aprobada.

El 3 de julio de 1896, el síndico de rentas, Don Rómulo Paredes, a través de la Junta Almoneda, pide al alcalde que el puente propuesto por el señor Ponce es construido inmediatamente; eligiendo como lugar indicado, la recta del camino Real a Pueblo Nuevo e inmediato al Hospital Tomas Lafora (en donde actualmente se encuentra el puente del camal); las contradicciones en la junta se hicieron escuchar rápidamente, estando en desacuerdo algunos sobre el lugar que Don Rómulo había elegido para la construcción del puente; creyendo que sería mejor elegir el otro lugar más central a la Villa y más conveniente para los transeúntes puesto a que se creía que el lugar elegido por Rómulo, solo serviría de beneficio para el hospital y no para la población en general. Este desacuerdo llevo a que el 27 de agosto se nombrara una comisión compuesta por los señores Manuel Banda, Pablo Diéguez, Carlos Castañeda, el mismo Juan Malca y Don Rómulo Paredes, para que eligieran el sitio conveniente para la construcción de tan dichoso puente; y luego de varios meses de reuniones, se dio por conclusión que el puente se construiría en donde Timoteo Plaza construyo el puente de madera, o sea, a un costado de la ex hacienda Talla. Realmente no se sabe el día ni mes en que se construyó el puente, no aparece en los libros de actas, pero se cree fue construido en los primeros meses del año 1897.