Iglesia,
Estado y Economía en la coyuntura independentista en el Perú
Fernando
Armas Asín
En
el Valle de Jequetepeque, en la zona de Guadalupe, en los momentos previos a la emancipación existía un convento
agustino que concentraba buena parte de las tierras del lugar, así como
diversos propietarios laicos que estaban ligados al convento por imposiciones
de censos enfitéuticos, que les obligaban al pago de un canon o rédito a dichos
religiosos. Cuando se produjo la reforma regulares de 1826, dicho convento, sus
tierras y censos pasaron a manos del Estado. Según un borrador de margesí
practicado por José Antonio de Hurtado, para la Caja de Consolidación de 1833,
las enfiteusis eran las siguientes:
Cuadro
3
San
Agustín de Guadalupe (enfiteusis)
Nombre
|
Razón
|
Tipo
|
Reditó
|
Grava
|
Josefa Esteves
|
Haciendas
|
10000
|
150
|
Hacienda de Jesús y La Calera en enfiteusis
|
Gregorio Polo en litigio con Fermín Polo
|
Haciendas
|
3000
|
70
|
Hacienda del Talambo en enfiteusis
|
Miguel Yacarini
|
Haciendas
|
2000
|
192
|
Hacienda Semán vendida en enfiteusis por 3 vidas
civiles
|
Josefa Morales
|
Haciendas
|
4500
|
220
|
Hacienda de Limon Carro en enfiteusis
|
Antonio de los Santos, finado.
|
Haciendas
|
2000
|
250
|
Hacienda del Molino de pilar (sic:pelar) arroz
en enfiteusis
|
Antonio de los Santos, finado.
|
Haciendas
|
5000
|
299
|
Hacienda de Ujirico en enfiteusis
|
La mujer de José Balarezo
|
Haciendas
|
0
|
47.4
|
Su hacienda de Charcape
|
Cayetano Bertis
|
Haciendas
|
0
|
25
|
Sui Molino de San Pedro
|
Haciendas
|
0
|
49
|
Una casa, en arrendamiento
|
|
Haciendas
|
100
|
5
|
Tierras “El Olivar” en arrend.
|
Fuente:
AGN.OL.225:378. Hacienda.
Ello
le daba al Estado rentas por 1,199.4 pesos anuales. Aparte, otros 600 pesos se
recolectaban de diversas casas en el pueblo de Guadalupe, que estaban sometidas
a enfiteusis. Estas cifras habían sufrido una sensible disminución, pues en
1829, según un margesí practicado por el anterior ecónomo, 1,324.4 pesos se recaudaban
a los enfiteusis rurales y 2,092.2 pesos urbanos. En los años siguientes, los
enfiteusis de haciendas buscaron y obtuvieron la desvinculación, aunque ello no
ocurrió sino hasta la década de 1840. Así mismo, las tierras de posesión
directa del convento fueron vendidas por el Estado y pasaron a manos de estos
mismos propietarios como de militares, funcionarios y demás acreedores del
Gobierno, que a cambio de sueldos atrasados y otras deudas obtuvieron varias de
estas haciendas. Este fue el caso temprano del General José María Plaza, (ya en
1831, el ecónomo Manuel Calle argumentaba que de los productos de las 9
imposiciones, 4 el Estado se las había traspasado al General Plaza por deudas
contraídas. Probablemente era un error. AGN, HaciendaOL.208:2045).
Ya en el borrador de 1833 se describía el
estado ruinoso de convento: dos claustros, el primero viejo y ruinoso con
cuatro celdas inútiles y dos celdas útiles con su cocina; el segundo ocupado
como residencia por Plaza, quien además tenía como suya la Hacienda Toya y
otros terrenos en San José, anteriormente de propiedad del convento,
argumentando que se le había adjudicado en pago de lo que le debia el Estado
por sueldos atrasados. Lo curioso del caso es que varias casas y terrenos de un
lado del pueblo de Guadalupe ya no pagaban al fisco pues él había “metido en sus linderos la Hacienda referida
hasta el centro de la población así como hasta la huerta el convento”. E
incluso se habían vendido tierras y casas del convento para amortizar la deuda a
este oficial, (AGN.OL.225:378. Hacienda. En cuanto a las casas del pueblo entregadas
al oficial, en 1831 el anterior ecónomo decía eran una casa y cuatro tiendas en
la Plaza Mayor, amén de terrenos en la periferia del pueblo.
AGN.OL.208:2046.HACIENDA).
No hay comentarios:
Publicar un comentario