REVISTA
RESPLANDOR INESINO
Año
I, Guadalupe (Pacasmayo) Perú, Abril-2,006 N° 01.
Colaboración
Sra. María Estela Noriega Mendoza.
PINCELADAS
HISTORIA DE MI COLEGIO
Las páginas de testimonios históricos de
nuestra cuatricentenaria ciudad de Guadalupe, no encontrarán una mayor
asertividad que la que se tuvo entre los años sesenta al setenta, al dar
génesis a un colegio de mujeres y que hoy complace decirlo, es la Institución
Educativa más prestigiosa del Valle Jequetepeque y una de las más importantes
de la región.
Que
grato e inefable resulta comprender que esta gesta cristalizaría el desarrollo
del sendero cultural de nuestro pueblo, con un espíritu puesto en Dios, en la
Virgen María y en la práctica convivencial de expresos valores.
COMO
NACE NUESTRA INSTITUCIÓN.
Para
Guadalupe la década del sesenta es substancial en el aspecto de educación.
Dentro de este periodo aparecen los primeros Centros Educativos empezando por
el colegio, hoy, “Nuestra Señora de Guadalupe”. Las secciones integradas por
alumnas de este colegio, vislumbrarían un sueño que en un despertar inmediato
se haría sólido.
SU
PRIMER NOMBRE.
La
acción femenina y la iniciativa del entonces diputado nacional Comandante de la
Armada Peruana (retirado) Sr. Villa Salcedo, quien propone el nombre, se crea
el Colegio Nacional de Mujeres Miguel Grau, con Resolución N° 008 del 05 de
Enero de 1,966. Expedida la Resolución en la Capital de la Republica, la Reverenda Madre Sor María Dominga Rojas
Lazo, en representación de las Madres Dominicas de la Inmaculada Concepción,
asume la Dirección del Plantel.
EL
PRIMER DIA Y PRIMER LOCAL.
Día
Lunes 18 de Abril de 1,966, el sol rutilaba alegría, pronunciando rayos que jamás
exhalo en su brillar. Corría la hora nueve de la mañana y en el local de
propiedad del Sr. Alfredo Bay, actualmente ocupa la Autoridad Autónoma de la
Cuenca Hidrográfica del Jequetepeque (hoy Casino), y ante la presencia de más
de cien alumnas -un record que a la fecha es patente- la Directora Sor María
Dominga Rojas Lazo, apertura el año y una institución escolar, perpetuada en
nombre de Dios, para el éxito.
Posteriormente
funciono en otros locales: el de la Asociación Regional de Predictores de Arroz
del Valle Jequetepeque (hoy Instituto Manuel Banda). Desoques del terremoto que
sufrimos en 1,970, se traslada a dos casas una en la calle El Triunfo, hoy
signada con el N° 257 y otra en la calle Independencia N° 145 (corralón de la
Beneficencia Pública). Al ser desocupada este último lugar, por carácter de seguridad,
se trasladó a una propiedad en la calle Pérez de Lezcano, donde en la
actualidad vive la familia Horna Salazar.
LOCAL
PROPIO, como reconocimiento a la calidad y a su nombre.
Era
obvio el prestigio y la calidad educativa que venía cosechando las Madres Dominicas
docentes de la Inmaculada Concepción, y por ende, era apremiante un local
moderno. El número de alumnas cada vez iba más en crecida y esto preocupaba.
No
había un ambiente propio que reúna y brinda todas las condiciones educativas
pertinentes. Acto inmediato a esta necesidad, la Directora Sor María Dominga
Rojas Lazo, se dirige a Trujillo para gestionar ante la VIII Región la donación
de un terreno y la edificación del local del colegio; asimismo, planteaba el
cambio de nombre del plantel.
Simultáneamente
a esta gestión, se construía la Escuela de Varones N° 235, sobrando más de
15,000 metros cuadrados de terreno que bien podría ser transferido.
Sabido
esto el Director de la VIII Región de Educación Dr. Luis Cabello Hurtado y contribuyendo al mérito ganado por este
Centro Educativo, hace entrega a la principal de las Madres Dominicas de la
Inmaculada Concepción, Reverenda Madre María Cristina Rodríguez, la Resolución Ministerial
N° 1693 del 26 de Marzo de 1,968, fundamentando la donación geográfica del
terreno ascendente a 8,725 m2, desatinado para la construcción del local del Colegio que a la actualidad se denominaría
Santa Inés.
En
Octubre de 1,972 el Colegio de Mujeres Santa Inés pasa a ocupar su propio local
ubicado en la Av. Saavedra N 116.
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