lunes, 26 de mayo de 2025

162.- DON TELMO MAXIMILIANO Y LECUONA

 

DON TELMO MAXIMILIANO Y LECUONA

 

En el norte del Perú, para nadie es un incógnito don Telmo Maximiliano. Su nombre, conocido en todo el litoral, lo ha sido, más aún, en la Provincia de Pacasmayo, sobre todo en el puerto, que fue donde vio la primera luz, forjando, desde muy joven su espíritu de hombre inquieto en la aventura y en el trabajo.

Telmo Maximiliano en 1910 sintió ulular el clarín guerrero que llamaba a toda la juventud para enrolarse en las filas del ejército y marchar al norte a defender el territorio nacional. Con centenares de comprovincianos, vistió la casaca del soldado, marchó a la frontera y vivió algunos meses la vida del vivac. Su comportamiento fue digno y regresó ostentando en el pecho la honrosa jineta de sargento.

En 1913, es nombrado Gobernador del Puerto y surge, así, el funcionario modesto en la vida política del distrito. Veinticinco años ininterrumpidos desempeña, con honestidad la función encomendada, único caso en la República y única también la decisión del Gobierno en 1938 que premia al modesto funcionario, condecorándolo con la “Orden del Sol”, porque en su foja de servicios no estaba consignada una sola queja contra el hombre que supo tener honradez administrativa y servir con lealtad el cargo que se le había confiado.

Señor don Telmo Maximiliano, exdiputado por Pacasmayo (1939-1945.) A sus gestiones debe la provincia mucho de su actual progreso.

En 1939, Telmo Maximiliano, invitado por sus numerosos amigos de la provincia, lanza su candidatura a la Diputación. Inmensa mayoría ciudadana lo rodea, lo unge con sus votos y el 8 de diciembre de ese año se incorpora a la Cámara de Diputados. Es el modesto hijo del pueblo, es el hombre de trabajo que ha surgido, peldaño a peldaño, no sólo en su vida económica, sino también en su vida política. Nada tiene que avergonzarle en el devenir de los tiempos.

Supo desempeñar la función legislativa con la misma buenas intenciones que se desempeñara como autoridad, y es que la madera recia de su personalidad sólo se ha inspirado en hacer el bien, en llevar al parlamento proyectos salvadores para su provincia, en dotar a los distritos de obras que necesitaban para su adelanto. Todos los pueblos recibieron beneficios del Gobierno solicitados por el Diputado.

 

Innumerables son las obras públicas que se llevaron a efecto en la provincia de Pacasmayo durante el mandato de Telmo Maximiliano ésta, que son reconocidas por la ciudadanía, hoy lo sigue rodeando ello en sus mejores tiempos, porque el hombre que hizo el bien y procuró para su pueblo al nivel de los más adelantados, merece el respeto y la consideración generales.

JOSE VICENTE RAZURI, PACASMAYO Y SUS HOMBRES REPRESENTATIVOS LIMA 1947.

 

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