lunes, 20 de mayo de 2024

A LA VIRGEN DE GUADALUPE

 

 

A LA VIRGEN DE GUADALUPE

 

Virgencita morena de ojos grandes y negros,

De boquita pequeña de nariz de ilusión,

Que tu manto celeste constelado de estrellas

Sea velo que encubra la miseria y el dolor……

 

El amor que te tengo, ese amor que me asiste,

Es cual rosa que exhalan un olor sin igual

Porque a ti Reina bella propietaria del cielo,

No se puede ofrendarte más que rosa de fuego

De aquel fuego sublime de un amor celestial…

 

El amor que te tengo, ese amor misterioso,

Que hace ser valiente en las noches de duelo

Cada vez que navego sobre el mar horroroso

Cuando cruzando los vientos portadores del mal,

él me libra sereno y mi barca no se hunde

y sus velas abiertas van capeando la mar……..

 

es que al verme perdido, que la hora me llega,

sin quedarme otra cosa que llorar o morir,

te apareces en medio de mis sombras vestida

con un traje muy blanco que derrama armoniosa

mil fulgores de luz……..

 

Yo llegue a tu casa al Santuario

Y dejando al caballo en la puerta de aquél,

Penetré silencioso, reverente y sumiso

Y detuve mis pasos frente a tu altar…….

 

Aún estaba en la Iglesia en sus bancas vacías

Y una que otra devota se veía rezar,

En las naves del templo el silencio era grande,

Mantenía el misterio de la casa de Dios…….

 

Me acerqué hasta las gradas del altar donde estabas

Te recé humildemente mi mezquina oración;

Oración pedigüeña, oración del que ruega,

Como siempre te piden los que van a tu altar……

 

¡ Yo no sé, Madre mía ¡ ¡ Yo no sé Madre mía ¡

era aquella porfía algo inútil: fatal;

y por eso a tus plantas te rezaba, rezaba,

como reza el cuitado que se va suicidar……

 

Parecióme que, entonces del altar te bajabas;

y poniendo tus manos por encima de mi hombro

consolabas mis penas con mil frases de amor,

tal como hacen las madres cuando ven a sus hijos

padeciendo la angustia de un destino muy cruel…….

 

Nada puede decirte; mi oración era un llanto

desde el mismo momento que acérqueme a tu altar,

mas las sabias palabras que decías, calmaban,

como calman los nervios con el agua de azahar……

 

Virgencita morena, la del suave milagro ¡

que un buen día te trajo de tu tierra castiza

el fervor admirable de un soldado español;

ya que tanto sabia de los grandes portentos

que les has hecho a los míos y me hiciste a mí,

en el día radiante de este mes de diciembre

Te bendigo y aclamo, la mejor del Perú.

 

 

ULISES ROBLES VIERA.

 

 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario