LA TRADICIONAL FERIA Y ROMERIA DE
NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE
La Feria y Romería de Nuestra Señora de
Guadalupe es un conjunto de experiencias (ceremonias y actividades) religiosas
y paganas que se realizan en la ciudad de Guadalupe, Provincia ce Pacasmayo, entre
el 26 de noviembre y el 10 de diciembre, en honor a su Santa Patrona Nuestra
Señora de Guadalupe.
En el abundante calendario de fiestas
patronales que ostenta el norte peruano, la Feria de Guadalupe figura como una
de las más prestigiadas y concurridas, comparable sólo con la feria de Otuzco y
la Cruz de Motupe.
Su origen data del Siglo XVI, cundo la
histórica imagen de la Virgen –traída desde España por el Capitán Sevillano
Francisco Pérez de Lezcano en 1562- se hace famosa por los milagros que obraba
y atraía a millares de peregrinos. Desde entonces, la Feria de Guadalupe
extendió su fama por todo el Virreinato Peruano y su hermoso templo de bóvedas
góticas se convierte en el más célebre Santuario Mariano de Sudamérica.
Al respecto, el Cronista Antonio de la
Calancha anota en su Crónica Moralizadora, que en la Feria de Guadalupe se
formaba un espectacular número de carpas donde se instalaban indios españoles y
mestizos; y los sacerdotes daban sermones y el opulento convento repartía
alimento y dinero. Gastabase tal cantidad de cera para las ofrendas como en
ninguna otra parte del Virreinato Peruano, agrega el Cronista Calancha.
Así la Feria de Guadalupe cumplió un rol
fundamental en el temprano proceso de catequización y aculturación
yunga-hispana. Su importancia comercial también fue gravitante, teniendo como
entrada el Puerto de Chérrepe, en la feria se realizaban grandes transacciones
comerciales desde ganado caballar de la región hasta finas telas y porcelanas
importadas de Asia y Europa.
Como muestra de su importancia, Ricardo
Palma y Antonio Raimondi han registrado en sus páginas la celebridad de la
Feria de Guadalupe. Diversas son las causas que han retractado su magnitud
comercial, pero al cabo de cuatro siglos la fe religiosa permanece inquebrantable.
Las multitudinarias procesiones del 5 y 8
de diciembre y as misas y novenas con los fieles a plenitud en el santuario son
la muestra del intenso ambiente religioso que se vive durante esos días en
Guadalupe y lo convierten en uno de los principales centros turísticos
religiosos del Perú. Es importante señalar que la Feria de Guadalupe no es
objeto de reportajes ni publicada en los medios de comunicaciones nacional y
regional; su prestigio y concurrencia se debe a la tradición de asistir a la
feria que se ha trasmitido de generación en generación y debido a los canales
de información popular que oralmente llegan hasta apartados lugares.
En el aspecto festivo-recreo activo
destacan las tradicionales exhibiciones de caballos de paso, peleas de gallos,
corridas de toros y los grandes bailes populares.
Todas estas actividades dentro de un ritmo
incansable de las bandas de músicos: cuatro retretas diarias durante quince
días y otras durante los días centrales.
Concurrir a la feria de Guadalupe es
encontrar la oportunidad de admirar y adquirir los más aclamados productos de
la artesanía norteña. Solo en Guadalupe es posible encontrar juntos a la añeja
dulcería de la gran Saña, a la singular artesanía de Catacaos y a la Cerámica y
Panadería andina de Cajamarca.
Ir a la Feria de Guadalupe es vivir en su
máxima expresión una especie de síntesis
de la tradición y cultura norteña como producto de la aculturación
hispano-yunga.
Revista, PACASMAYO, ilustración norteña,
julio-agosto 1994.
No hay comentarios:
Publicar un comentario