LAS BOVEDAD MESTIZAS DEL CONJUNTO
ARQUITECTONICO
SAN AGUSTIN
Las bóvedas mestizas constituyen la
estructura de mayor valor arquitectónico del Conjunto San Agustín de Guadalupe,
magnifica construcción de ladrillo, cal y canto, iniciada el año 1619. El conjunto
comprende el Santuario Nuestra Señora de Guadalupe y el Convento San Agustín,
ambas cubiertas por 19 bóvedas góticas en un área de 1500 m2, habiendo además
otra área similar cubierta por bóvedas de crucería y de cañón corrido.
Las bóvedas de asilo gótico-mestizo son
una aplicación del grandioso estilo gótico europeo que empleaba la piedra como
material de construcción y el arco ojival como principal elemento
estructural-artístico.
En estos m0vedizos lares del nuevo mundo,
caracterizado por los movimientos telúricos los trans-culturizadores españoles
sustituyeron la piedra por la tierra, elemento que ya había sido empleado con
gran técnica en forma de adobe por los mochica-chimú. Pero los españoles
introdujeron el ladrillo cocido y reemplazaron acá el arco jovial por el arco
medio punto, conservando las nervaduras que a la par fortalecen la estructura
de la bóveda, la embellecen, logrando así lo que se denomina estilo
gótico-mestizo o gótico-indiano.
Cada bóveda mestiza de Guadalupe es una
inmensa minuciosidad de ladrillo moldurado: fue necesario hacer tantos moldes
como la posición de cada ladrillo lo requería para dar forma a las figuras
nervadas, que se pueden admirar desde el ingreso a la nave principal del
santuario. De las seis grandes bóvidas nervadas que cubren la gran nave,
ninguna de sus figuras se repite, y así podemos contemplar su belleza a través
de todo el complejo desde las más simples hasta las más complejas y caprichosas
figuras geométricas.
El Conjunto de San Agustín ha sido
declarado Monumento Histórico Nacional por Ley N° 9415 (10 de noviembre) y
Ambiente Urbano Monumental por Resolución 29000-72 (28 de diciembre de 1972),
normas que lo amparan y protegen.
Harold Wethey en su libro Arquitectura de
América del Sur la refiere como magnifica y hermosa iglesia que sin lugar a
dudas es la obra gótica más importante de América del Sur, y la UNESCO lo ha
calificado como un monumento arquitectónico de primera categoría.
Esta maravilla arquitectónica que en el S
XVII se convirtió en el as celebre Santuario Mariano de Sudamérica, continúa
desafiando el paso de los siglos, pero requiere seriamente una labor
restauradora para recuperar su esplendor al servicio del turismo.
Revista, PACASMAYO, ilustración norteña,
julio-agosto 1994.
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