martes, 1 de julio de 2025

167.- PUENTE OLIVARES

 PUENTE OLIVARES

 

Los hijos de la Provincia de Pacasmayo que hemos vivido alejados de sus luchas políticas, que nos hemos sentido capaces de juzgar los actos de sus hombres públicos, no podemos dejar de llamar "Puente Olivares" al único medio de comunicación que une los distritos de las márgenes izquierda y derecha del Jequetepeque, que ha llegado el rápido progreso a cada una de las circunscripciones incrementando el adelanto con la facilidad del tránsito y llevando a la provincia más allá de sus límites para familiarizarse con Chiclayo.

Esa obra magna que había sucedido al viejo puente de palos que en las inmediaciones de Faclo Grande se levantara en la media centuria del siglo pasado y que las avenidas del año 1871 destruyeran, fue obra del señor Carlos A. Olivares, Diputado por la Provincia, y que no sólo fue el puente que los preocupara como creyeron muchos inconsecuentes que antes se tendían ante él en delicada zalema de adulación para después calumniarlo.        Ignominiosamente; también las escuelas le merecieron toda su atención, en los seis años de su mandato legislativo; sus dietas de diputado fueron para levantar colegios, reconstruir edificios, atendiendo así a la educación en cada uno de los distritos.

El puente Olivares  se mantiene firme como si sus cimientos quisieran respetar la iniciativa de quien presentara el proyecto de construcción, esas bases formidables que desafían las correntadas del Jequetepeque, que resisten al atrevido murmullo de sus aguas y que sostiene la estructura férrea por donde a cada momento, a cada instante, no sólo el labriego de las haciendas vecinas, el burro sufrido de la peara, el elegante y brioso caballo de término; sino también ese torbellino de góndolas y camiones, automóviles de lujo y de trabajo; al atravesar el puente "Olivares" suenan sus roncos y guturales bocinas como saludando a la obra de ingeniería de más recordación sobre cuyos lomos dejan las huellas de sus llantas y los ocupantes de los vehículos ven arrastrarse las turbias o cristalinas aguas del rio en descenso tranquilo, ya que daño no pueden hacer a ese exponente de confraternidad provincial.

Este es el puente que los comediantes de la política llamaron en 1930 "Puente Libertad"; nosotros desde las páginas de este libro defendemos la tradición, elevamos nuestra protesta y seguiremos llamándole: "Puente Olivares".

JOSE VICENTE RAZURI, PACASMAYO Y SUS HOMBRES REPRESENTATIVOS LIMA 1947.

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