Francisco Sánchez y Francisco Ruiz (curas doctrineros de
Chérrepe y Chepén), se presentaron en Guadalupe para llevarse la Imagen de la
Virgen, aunque fuera a la fuerza. Señalándose como enviados del Vicariato de
Trujillo, y acompañados por un negro y dos mozos con sable en mano, trataron de
echar fuera de la Ermita al Agustino Fray Luis López Calderón y tomar posesión
de la imagen. El Frayle se encerró en la Ermita y se negó a abrirles a pesar de
las imprecaciones para hacerlo, los insultos consecuentes y las veces que
intentaron traer abajo la puerta. Más lo que colmó la paciencia de los vecinos
los enfureció fue el hecho de que trajeran leña para prenderle fuego al lugar y
así sacar a la Virgen. Don Luis de Roldán, cuñado de Pérez de Lezcano, señala
en su testimonio que pidió que sacasen primero a la Madre de Dios y que quemasen
la Ermita y así a ella también querían quemar el no consentiría tal fuego.
Es muy probable que esta asonada ocurriera el 7 de
diciembre de 1565; Calancha registra el día, mas no el mes ni el año en que la segunda
Ermita de Nuestra Señora de Guadalupe fue pasto de las llamas, sin dar mayor información
al respecto.
Entre obreros del Señor conflicto y competencia por el
control del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe.
Susana Aldana Rivera.
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