LOS ASESINADOS
Autor, José Andrés Leyva Rodas.
Por un camino ancho y terroso,
tres cuerpos van camino al calabozo,
más ellos son inocentes;
callan para salvar su gente.
Son condenados a fusilamiento
y ellos con su pensamiento
invocan a Dios su último aliento.
Son llevados como criminales
por las calles y matorrales;
golpeados y amordazados;
pero ellos nada han hablado,
son puestos al frente
como si fueran delincuentes.
Ellos reclaman su inocencia
al vengativo teniente.
Listos los verdugos
todo Guadalupe mudo….
se dará el primer paso?
todo el pueblo lloraba el fracaso.
Se vio levantar el brazo
y se ordenó el primer paso,
se escuchó gritar el tercero
y seis tiros certeros,
acaban con ellos
como si fueran traicioneros.
Los tres cuerpos yacentes
perturbaban mucho a las mentes
de los soldados y el teniente
ellos sabían que eran inocentes
y los mataron para atemorizar a la gente.
Se retiró el comando
y la gente suspirando
yos tapa con su manto
para trasladarlos al campo santo.
En su lapida debe decir:
“los hermanos Albújar y Guarnís
de ellos nos queda ser aprendiz
que con coraje y valentía
murieron con alegría
por defender a Guadalupe”
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